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sábado, 23 de noviembre de 2013

EL METAL EN URUGUAY—PARTE 2

Cuero, tachas y rímmel

El heavy metal fue un género predominantemente masculino. Ya no.

En Uruguay hay varios ejemplos de ello; Catarsis, Fixion y Nameless son bandas que, con voces femeninas al frente, vienen haciéndose un nombre en la escena nacional y ganan adeptos día a día. Las vocalistas de las tres bandas recibieron a El País en medio de los ensayos para el festival Rock & Metal Ladies III, evento en el que recientemente compartieron cartel.

Para Lucía Cappi de Catarsis, es “natural” que se tienda a “mirar diferente a la mujer” sobre el escenario, mientras que Betina Sánchez de Nameless explicó que lo más importante es “demostrar que se tiene el talento” para subirse a cantar o tocar, independientemente si se trata de una mujer o de un hombre.

Si bien comparte estos conceptos, Martina Souto de Fixion consideró que todavía falta que se tome en serio a la mujer dentro del rock y el metal y discrepa con quienes entienden a la figura femenina en el metal como algo únicamente estético y marketinero. Además hizo mención a una contradicción del público uruguayo: “Cuando vienen bandas como Épica, con una vocalista mujer, va todo el mundo corriendo a comprar la entrada y capaz que si lo ves en una banda uruguaya choca un poco más”.

Jorge Polito, productor de shows, coincidió con la idea: “Si van tres o cuatro mil personas al Teatro de Verano a ver a Megadeth o Motorhead, ¿por qué no van a ver a las bandas nacionales?”. Según su visión, “a las nuevas generaciones les falta encontrar una banda como Chopper o Álvacast que lleve la bandera del metal nacional”. Chopper convocaba a 600 o 1.000 personas y llenó dos veces La Trastienda en su reunión de 2013.

Más allá de ello, este año sucedió un hecho único y muy positivo para el género. La banda Rotten State fue a tocar al festival de metal más importante del mundo, el Wacken Open en Alemania y tuvo críticas positivas, sobre todo en el exterior. “Desde afuera nos ven con otros ojos y entre nosotros a veces nos matamos”, cuestionó Polito.

La edición de un disco es también una “carta de presentación” en la vida de una banda; pero editarlo “cuesta muchísimo y no se recupera la inversión”.

A pesar de los costos, Polito destacó la cantidad de discos de metal que se editan por año. “Se va generando esa costumbre que cada año hay varios discos editados y eso siempre está bueno”.

“Nadie vive del metal en este país. Todos trabajamos de otra cosa”, pero “el amor y la pasión por la música está, si no nada de esto tendría sentido”, dijo Polito. En la misma sintonía se expresó Lucía Cappi de Catarsis: “Acá vivir de la música es una utopía y entonces uno lo hace porque le gusta y chau, sin más aspiraciones que esa”. Mientras que Souto y Sánchez se mostraron más optimistas y esperan que a través del trabajo y el esfuerzo su pasión pueda convertirse también en un medio de vida.


En la misma línea se expresó Cappi: “Acá vivir de la música es una utopía y entonces uno lo hace porque le gusta y chau, sin más aspiraciones que esa”.


Link de la nota: http://www.elpais.com.uy/divertite/musica/cuero-tachas-rimmel.html

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